El agua es esencial para la vida, pero su calidad puede variar enormemente según su composición. Entre los factores que determinan esa calidad, el TDS (Total de Sólidos Disueltos) ocupa un lugar clave. El TDS mide la cantidad total de sustancias disueltas en el agua, como minerales, sales, metales y otros compuestos orgánicos. Aunque muchos de estos sólidos son naturales y algunos incluso beneficiosos en pequeñas cantidades, un nivel excesivo de TDS puede alterar el sabor, la apariencia y hasta la seguridad del agua que consumimos.
Conocer el nivel de TDS no solo nos permite evaluar la pureza del agua, sino también entender su impacto en nuestra salud, en los electrodomésticos que usamos a diario y en actividades como la agricultura o la industria.
Qué es el TDS del agua
Muchas veces cuando hablamos con tecnicismos la gente se pierde. Es como cuando un médico nos hace un diagnóstico utilizando la terminología exacta. Por ello, en ocasiones es mejor establecer paralelismos con ejemplos fáciles de entender para todo el mundo ilustrándolos con ejemplos que tengan una fácil visualización en nuestro cerebro.
Como hemos dicho TDS hace relación a “Total disolved salts” en inglés, o traducido al español, total de sales disueltas. Esto es todo aquello que lleva el agua que excede de su composición química, es decir de las dos moléculas de hidrógeno y una de oxígeno: H2O. Para que nos hagamos a la idea si cogemos un litro de agua, la ponemos a hervir y la dejamos evaporar completamente, veremos que en el fondo del recipiente quedan unos residuos, esto es lo que se denominaría TDS.
De hecho, hemos de decir que en algunos países de Oriente Medio, además de las membranas desalinizadoras de ósmosis inversa, es el sistema que se utiliza para potabilizar el agua. Primero evaporan el agua, quitan la sal marina y después la vuelven a condensar y la remineralizan con las sales necesarias para que sea un agua apta para el consumo.
Cuántos TDS requiere el agua potable
La manera más habitual de medir los TDS es el de partes por millón, denominados ppms. También es habitual oír hablar de microsiemens por cm2, aunque esto último se usa más al hablar sobre todo del a conductividad de agua.
El agua potable no debería tener menos de 30 ppms y en cuanto al máximo, las administraciones suelen ser bastante laxas no marcando un máximo, ya que esto les obligaría a adoptar medidas para que esa agua sea considerada potable, incurriendo en inversiones, a menudo muy costosas. Como hablamos de legalidad, estas cifras varían según la legislación y además pueden ser modificadas. Otro aspecto diferente es cuánto debería tener, al margen de los límites establecidos en la ley, tema que abordamos en el punto siguiente.
Cuántos TDS debe tener el agua de ósmosis
En internet podemos ver todo tipo de informaciones, por lo que haciendo uso de un artículo u otro podemos justificar casi cualquier argumento. Solo tenemos que ver la cantidad de bibliografía que existe para demostrarnos que la Tierra es plana.
Si somos serios y buscamos fuentes más fiables como la OMS (Organización Mundial de la Salud) que sigue gozando de buena reputación a pesar de que recientemente algunos países como EEUU o Argentina hayan decidido abandonarla, la cifra que marca es en torno a 60ppm. Lógicamente un agua con 50ppms o con 70ppm e incluso hasta 100ppms sigue siendo un agua de muy buena calidad y que recibe el nombre de aguas de baja mineralización.
¿Por qué es importante medir el TDS?
Medir el TDS es importante si se quiere verificar que se está bebiendo un agua de calidad. Cuando hablamos del agua potable que nos llega por el grifo, podemos tener la certeza de que se trata de un agua que cumple los requisitos que marca la ley para que el agua sea considerada potable.
Sin embargo, si además de potable queremos saber si el agua es de calidad, no hay mejor manera de averiguarlo que midiendo el total de sales disueltas.
No es casualidad que la gran mayoría de sistemas industriales de ósmosis inversa y los de alto standing de ósmosis doméstica, cuenten con un medidor de TDS a la salida, e incluso algunos también a la entrada, para comprobar no solo el correcto funcionamiento de la máquina sino también que el agua resultante se ajuste a los parámetros de calidad deseados.
¿Cómo se mide el TDS en el agua?
La manera más sencilla para medir el TDS de agua es utilizando un instrumento con forma de bolígrafo, por lo que coloquialmente se le llama bolígrafo de TDS.
El agua pura h2O o agua destilada no es conductora de la electricidad. Por ello, si se sumerge un lector de TDS nos encontraremos con un resultado “0” ó un número muy bajo en el caso de que queden restos existentes de minerales en el agua. En resumen, un agua con más minerales conduce más electricidad que un agua sin minerales.
Veamos un ejemplo para entender mejor su mejor funcionamiento. Si en agua desmineralizada, cuyo valor de TDS será muy bajo o incluso marcará “0”, añadimos sal de cocina veremos que la lectura de TDS variará y depende de la cantidad de sal introducida aumentará más o menos. Esto se debe a que la sal es cloruro sódico y está compuesto por dos minerales, por lo que, al añadirla, la carga electrónica de sus minerales hacen conducir la electricidad en el agua.
Cómo funciona un medidor TDS de agua
Como hemos dicho contamos con un instrumento en forma de bolígrafo. Normalmente en un extremo hay una pantalla digital donde nos indicará la cifra en ppms de TDS que marca, algunos mediante un botón y cambiando el baremo también nos lo puede mostrar en microsiemens por cm2.
En el otro extremo hay un sensor, normalmente protegido por una tapa. Una vez librado de la tapa y en contacto con el agua el sensor nos dará una lectura y de esta manera podremos saber la cantidad de TDS, es muy sencillo. Si queremos analizar diferentes muestras es importante secar bien el sensor antes de volverlo a introducir para que no queden restos de la muestra anterior y pueda alterar los resultados.
Para qué utilizaremos un medidor TDS
Los medidores de TDS se utilizan para medir la cantidad de minerales que contiene el agua y su conductividad. Estos datos nos dan un diagnóstico de la calidad de agua. Poniendo un ejemplo práctico, si pensamos en una analítica de sangre, veremos que a primera vista dos muestras de sangre resultan casi idénticas a nuestros ojos. Sin embargo será cuando las sometamos a un análisis cuando veremos si hay un exceso de hierro o un déficit de calcio. Con el agua ocurre lo mismo. Sin ser tan exhaustivo como un análisis completo físico-químico una medición de TDS nos puede marcar un primer síntoma de la calidad y puede ser un paso previo perfecto antes de someter la muestra a un análisis más completo.
¿Es un método fiable para medir la calidad del agua?
La medición de TDS es un método fiable para medir la conductividad de agua y como hemos apuntado en el punto anterior nos puede dar la pista sobre qué calidad de agua estamos hablando. Sin embargo esto no evita que luego sometamos al agua a un análisis físico-químico para saber la cantidad de cada elemento individualmente y un análisis bacteriológico para saber si hay presencia o no de bacterias.
¿Un nivel alto de TDS es peligroso para la salud?
Si el nivel de TDS en el agua es alto o muy alto recomendamos tratarla. Dependiendo de qué provoque ese TDS tan alto podríamos estar hablando de un agua no potable y por tanto no apta para el consumo.
¿Cómo afecta el TDS el sabor y el olor del agua?
El TDS puede o no afectar al sabor y al olor. Normalmente esas condiciones que se denominan organolépticas pueden ser muy subjetivas. Es decir hay gente que siempre ha bebido agua con cloro y como su gusto ya está acostumbrado ni siquiera lo nota. Lo mismo podría ocurrir con un agua con alto TDS. En ocasiones sí puede haber elementos en su composición que altere el sabor y el olor de manera sustancial. En este caso tendríamos que preocuparnos y abstenernos de tomarla hasta que no la hayamos analizado para verificar su potabilidad.
¿Cómo se puede reducir el TDS en el agua?
La mejor manera de reducir el TDS es mediante una ósmosis inversa que elimina el exceso de sales minerales y metales pesados gracias a su membrana semi-permeable. Sin embargo el hecho de poner un filtro de arena donde se recogen sedimentos también puede contribuir a descender el TDS. Otro sistema que se usa normalmente para propósitos industriales es el lecho mixto, con una doble columna catión-anión que desmineraliza el agua.
¿Es mejor el agua con bajo TDS?
Según la OMS (organización mundial de la salud) las aguas de mejor calidad son las aguas de baja mineralización. Argumento apoyado por un gran número de expertos en la materia. Ya la leche materna que tiene un alto contenido en agua, es un agua de baja mineralización.
¿Qué causa un TDS alto en el agua?
El TDS alto lo provoca una alta conductividad en el agua, formada por sedimentos, minerales y metales pesados. Como apuntamos en uno d elos puntos anteriores, todo aquello que no es H2O.
¿El agua de grifo suele tener niveles altos de TDS?
Depende de la fuente de donde se obtenga esa agua. El TDS viene marcado a menudo por la orografía. Si el manantial o el río de donde se recoge el agua tienen un terreno con abundantes minerales el agua que nos llegue por el grifo tendrá un TDS más alto que si la fuente de donde recogemos el agua es una tierra con bajos minerales.
¿El nivel de TDS afecta la vida útil de los electrodomésticos?
Puede afectar de una manera directa, acortando su vida útil e incluso causando averías. Solo tenemos que pensar en el problema que presenta el agua cuando tiene un alto contenido en cal. Por ello es recomendable tratarla.
Otros factores a tener en cuenta para medir la calidad del agua
Para analizar la calidad del agua no solo nos fijaremos en el TDS, sino que tendremos en cuenta otra gran cantidad de factores.
Lo primero es el origen del agua: si se encuentra en embalses, ríos, pozos…; después, su tratamiento en las ETAP y, finalmente, su llegada al consumidor a través de las redes de distribución correspondientes.
En cada momento se deben analizar muestras en el laboratorio para concretar si el agua es o no adecuada para el consumo humano. Estos son los parámetros principales:
- Características físicas: olor, sabor, color, temperatura, pH y turbidez
- Características químicas: aluminio, mercurio, plomo, hierro, fluoruro, cobre, cloruro, sulfatos y nitratos
- Características biológicas: algas, bacterias, hongos, mohos y levaduras
Así, hemos observado como son muchos los factores que debemos analizar cuando queremos saber la calidad del agua que bebemos. Hoy nos hemos centrado en el TDS el agua y su importancia. Si quieres que analicemos el agua que consumes en tú hogar, ponte en contacto con nosotros.
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