Cambiar los filtros de un sistema de ósmosis inversa de manera regular es crucial para garantizar su eficacia y prolongar su vida útil. Los filtros desgastados pueden causar una disminución en la eficiencia, dejando pasar contaminantes que podrían afectar la salud de tu familia.
Mantener los filtros en buen estado no solo asegura un agua más pura, sino que también mejora el rendimiento del sistema, ayudando a evitar reparaciones costosas a largo plazo.
¿Cada cuánto se debe cambiar los filtros de ósmosis?
En líneas generales podemos decir que depende de las recomendaciones del fabricante que normalmente van indicadas en una etiqueta pegada en los propios filtros y en su defecto según las indicaciones de la empresa instaladora y/o mantenedora, sin embargo esta pregunta no es tan sencilla de responder.
Antes que nada hay que tener en cuenta que todo aparato de ósmosis consta de dos tipos de piezas, unas que no requieren un mantenimiento recurrente y otras que son “perecederas” ya que se desgastan con su normal uso y por tanto requieren ser reemplazadas con una cierta periodicidad. Entrecomillamos lo de perecederas porque ya de por sí todas las piezas están sometidas a un desgaste por el uso, sin embargo no son partes que deban ser reemplazadas a corto plazo salvo en el caso de una avería.
Por otra parte hay que tener en cuenta dos factores:
- El uso, no es lo mismo una familia de 4 personas que consumen el agua depurada para beber y cocinar que una familia de dos miembros que además comen fuera de casa, el consumo es sustancialmente menor.
- La calidad de agua. Los filtros de ósmosis que lleva la máquina son fabricados de manera estándar, sin embargo la calidad de agua puede diferir mucho de una zona a otra por lo que los filtros están sometidos a un mayor estrés, por ejemplo no es lo mismo una membrana osmótica que filtra un agua con un TDS (total de sales disueltas) de origen de 1500 PPMs (partes por millón) que con un TDS de 150 PPMs, Lógicamente en el primer caso la membrana es sometida a un mayor estrés y se saturará 10 veces antes que en el segundo caso.
En líneas generales podríamos decir que estos son los plazos más habituales para cambiar los filtros de ósmosis, estableciendo un rango teniendo en cuenta todo lo que acabamos de decir:
- Prefiltro o prefiltros de sedimentos: entre 6 y 15 meses
- Prefiltro o prefiltros de carbón: entre 12 y 24 meses
- Membranas osmóticas: entre 1 y 4 años (dependerá, además del uso, de la calidad de agua y de la eficacia de la prefiltración, de si la membrana cuenta con el denominado “flushing” que no es otra cosa que un autolavado que realiza la propia membrana y que puede alargar su durabilidad de manera significativa. Este además puede ser manual o automático).
- Postfiltros de carbón: entre 1 y 5 años (dependiendo de la calidad de agua resultante tras el filtrado)
- Lámpara ultravioleta: normalmente su durabilidad va marcada por unas horas de funcionamiento marcadas por el fabricante. Hay que tener en cuenta que como la lámpara se enciende de manera intermitente, se cuentan como horas cada uno de los alumbrados y que no son horas reales.
¿Cómo sé cuándo es el momento de cambiar los filtros?
Para saber el momento exacto tendremos en cuenta como hemos indicado en el apartado anterior y en orden de preferencia:
- Lo indicado por la empresa mantenedora, es lo más preciso ya que como hemos dichos los filtros están fabricados en serie y la calidad de agua de entrada no es la misma en una zona geográfica que en otra
- Si somos nosotros quienes realizamos el mantenimiento tendremos en cuenta las etiquetas que llevan los filtros o en su defecto podremos recurrir al manual de uso, donde normalmente también vienen indicados los plazos aproximados
- Si no contamos con manual, el sabor es un elemento indicativo, ya que cuando la máquina deja de filtrar de una manera efectiva suele conllevar una alteración de los elementos organolépticos del agua: olor, sabor e incluso a veces color.
Aquí cabe mencionar que existen máquinas en el mercado que cuentan con dispositivos electrónicos que indican de manera automática cuando se debe realizar el mantenimiento, no obstante hay que ser cautelosos, en algunos casos se trata de meros temporizadores que se activan transcurrido el tiempo previamente determinado. Esto no va relacionado a la calidad de agua y no tiene en cuenta el consumo que se ha producido por lo que podemos estar desperdiciando la capacidad útil de filtración y cambiarlos antes de tiempo.
¿Puedo cambiar los filtros yo mismo o necesito un profesional?
Son muchos usuarios los que recurren a cambiase los filtros ellos mismos para ahorrarse el coste aunque sea mínimo. Esto sin embargo no está exento de problemas:
- Calidad de los cartuchos: no todos los cartuchos son iguales. Algunos ni siquiera están elaborados con calidad alimentaria, han sido diseñados para un uso industrial o semi-industrial lo que no los hace aptos para el agua de boca: beber y cocinar. El precio es inferior y son fácilmente adquiribles por internet, sin embargo estamos exponiendo nuestra salud y la de nuestra familia.
- Calidad de servicio: por muy hábiles que seamos, un técnico profesional no se limita a realizar un mero cambio de filtros, sino que además verifica que todo el sistema funcione correctamente, controla la calidad de agua y se anticipa a futuras averías mediante el seguimiento de un escrupuloso protocolo acorde al control de calidad marcado por la empresa. A lo largo de los años hemos verificado que la vida útil de una máquina se multiplica por tres cuando el mantenimiento es realizado por un servicio técnico cualificado.
¿Qué sucede si no cambio los filtros a tiempo?
Si pensamos en cualquier producto que tengamos en casa y requiera un mantenimiento periódico, somos conscientes de la importancia de respetar los plazos marcados por la máquina. Volvamos al ejemplo de un coche, y pensemos en que no realizamos un cambio de aceite o de neumáticos cuando debemos hacerlo, esto por un aparte podría incurrir en una falta de seguridad ya que con unos neumáticos en mal estado el coche podría sufrir un accidente de tráfico y pensemos en que no cambiamos el aceite, esto podría desencadenar en una avería muy grave del motor, cuya reparación ascendería a bastante más dinero del que nos hemos ahorrado por haber intentado alargar un poco más el momento del mantenimiento.
Partiendo de esta base las consecuencias podrían ser las siguientes:
- Falta de seguridad: los filtros van perdiendo eficacia poco a poco, de manera progresiva, lo que significa que si no los cambiáramos llegaría un momento que no cumpliría su función y hemos de decir que todos cumplen una función importante para el perfecto funcionamiento de la máquina.
- Mayor coste a la larga: imaginemos que no cambiamos el filtro de sedimentos y este deja de ser efectivo. La función de este filtro es la de proteger la membrana de ósmosis inversa y alargar su vida. Si acortamos su vida por no realizar un mantenimiento adecuado nos veríamos obligados a cambiar la membrana mucho antes de lo necesario (como pasaba con el motor del coche) por lo que al final estaríamos pagando mucho más dinero.
Cuánto vale cambiar los filtros de ósmosis
Mirando por internet y consultando diferentes empresas lo primero que sorprende es la gran disparidad de precios para el cambio de filtros de osmosis que encontramos, que en general oscilan entre unos 70€ y unos 200€. Como todos sabemos nadie da “duros a 4 pesetas” por lo que hay que tener cuidado ya que optar por elección más económica al final puede acabar en desastre.
A la hora de valorar los filtros además del precio tendremos que observar lo siguiente:
- La calidad de los cartuchos: puede parecer una cuestión baladí, pero no lo es. Algunos cartuchos han sido fabricados para fines industriales o semi-industriales lo que significa que no han pasado los controles de calidad adecuados para consumo humano directo y que no gozan de la calidad e alimentarios. Recordemos además que se trata del agua que usamos para beber y cocinar por lo que la utilización de cartuchos de calidad dudosa puede poner en serio riesgo nuestra salud y la de nuestras familias. Estos cartuchos, al estar exentos de estos controles son mucho más económicos y esta es fundamentalmente la razón por la que los podemos encontrar a veces con precios irrisorios.
- La caducidad de los cartuchos: aunque parezca extraño los cartuchos también cuentan con una fecha de caducidad. A menudo esta se encuentra en la caja donde van alojadas varias decenas de unidades por lo que si los compramos sueltos no podremos acceder a esta información. Ni que decir tienen que el uso de cartuchos caducados incide directamente en la eficacia de los mismos.
- Diferencia entre el precio de los filtros y el precio de un servicio de mantenimiento: En muchas ocasiones cuando el servicio es realizado por una empresa profesional no solo se están pagando los cartuchos sino que además incluye un servicio de mantenimiento que puede, por ejemplo incluir, un servicio d emano de obra y desplazamiento, lo cual debe ser tenido en consideración a la hora de compararlos precios.
Cuánto cuesta un filtro de ósmosis inversa
Los precios variaran en función de la máquina que compremos y quién realice el mantenimiento. Lo lógico será que a la hora de comprar nuestro sistema de ósmosis inversa nos informen también sobre el coste del mantenimiento y que nos expliquen la cobertura que tiene ese servicio. Lo ideal es que, para evitar malentendidos, todo ello esté contemplado en un contrato independiente del de adquisición del producto.
Ahora bien como regla general partiremos de la base de que cuanto mejor sea la máquina de ósmosis inversa, más costoso resultará también el mantenimiento, aunque solo sea por la calidad de los materiales utilizados para su fabricación. También es cierto que un buen sistema de ósmosis inversa dura hasta 4 veces más de lo que dura un sistema de baja calidad por lo que a medio-largo plazo puede resultar más rentable.
¿Es necesario apagar el sistema para cambiar los filtros?
Dependerá de la máquina que hayamos comprado. Normalmente todo sistema de ósmosis inversa viene equipado con un manual de usuario donde se especifican los pasos para realizar el mantenimiento En el siguiente apartado repasamos los pasos más comunes pero advertimos que se trata de una información general y que se deberá tener en cuenta de manera preferencial la información específica del sistema que hayamos adquirido.
Cómo cambiar los filtros de ósmosis
Como acabamos de indicar seguiremos fielmente los pasos marcados por el manual de usuario de nuestro sistema de ósmosis inversa, sin embargo lo más común será seguir estos tres pasos:
- Preparación del equipo: para ello lo más normal sería cerrar la llave de entrada de agua del aparato y desconectarlo de la corriente eléctrica (en el caso de que vaya conectado a la luz)
- Retirada y reemplazo de los filtros: normalmente los equipos van acompañados de una llave ad hoc para poder sacar los cartuchos de los contenedores de filtros, estos con total seguridad estarán mojados por lo que estaremos preparados con una balleta y los haremos junto a la fregadera. Estos cartuchos los podremos llevar al punto limpio más próximo, especificando de qué se trata para poder desecharlos en el contenedor más adecuado. Para reemplazar los filtros, una vez elegidos los más adecuados, procederemos a insertarlos en los contenedores y los ajustaremos con la llave manteniendo la posición adecuada de colocación. Suele ser útil haber hecho una foto de cómo estaban colocados los que hemos retirado para evitar errores.
- Reinicio de la máquina: volveremos a abrir la llave de paso del agua y a conectarlo a la corriente eléctrica (si es el caso) y dejaremos correr el agua durante unos 5 minutos. Normalmente los cartuchos nuevos suelen haber estado embalados durante un tiempo y a veces llevan una especie de conservantes, por ello es bueno dejar filtrar el agua durante un tiempo antes de consumirlo.
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