Hola Fontaniller@s!!!  como sabéis los sistemas domésticos de ósmosis inversa llevan diferentes filtros o cartuchos, cada uno con un cometido diferente. Hoy hablamos de las membranas de ósmosis inversa.

Filtros de un sistema de  ósmosis inversa

Cuando hablamos de sistemas domésticos de ósmosis inversa, tenemos que partir de que todos son fabricados, en principio, para aguas de red. En el caso de que se trate un agua de pozo, tendremos que contar con un análisis previo.

En todos los sistemas de ósmosis inversa, tan importante es un pre-tratamiento como el tratamiento en sí, que lo conforma la membrana de ósmosis inversa. La razón es porque estas membranas son tan delicadas que necesitan que el agua llegue ya en unas determinadas condiciones a ella, si no las podría romper por lo que comprometeríamos el resultado final del producto.

Estos filtros en el pre-tratamiento normalmente suelen ser de dos tipos:

Filtros de sedimentos

Sirven para eliminar, como la palabra indica, los sedimentos, es decir los barros, arenas y partículas en suspensión, de esta manera el agua llega ya limpia a la membrana. Pueden ser uno o varios y hay modelos incluso que se auto-limpian.

Filtros de carbón activado

Sirven para eliminar el cloro, los malos olores y malos sabores. El cloro es un químico muy agresivo y podría perforar la membrana.

Como vemos la función de estos filtros es básicamente la de proteger la membrana. Además de estos pueden aparecer otros post-filtros que van después de la membrana, por ejemplo los post-filtros re-mineralizadores. En este caso su función es la de procurar un buen resultado de calidad una vez el agua ha sido depurada por la membrana de ósmosis inversa.

Membranas de ósmosis inversa

Membranas de ósmosis inversa

La membrana de ósmosis inversa es el corazón de una depuradora d ósmosis inversa. El resto de los componentes de la depuradora giran en torno a la propia membrana; como ya hemos apuntado los filtros que van antes son para protegerla y los que van después para asegurar que el producto que da la membrana es apto para el uso que se le quiera dar.

Las membranas reciben una determinada cantidad de agua que llega a presión, la presión osmótica y cuentan con unos poros que filtran a 0.0001 micras, lo que la diferencia de otros tipos de filtración, como la micro-filtración o la nano-filtración.

El agua que consigue atravesar la membrana recibe el nombre de producto, mientras que la que no, recibe el nombre de rechazo. Todas las plantas de ósmosis cuentan con un rechazo, que suele ser como mínimo de un 50%, aunque algunas de ellas están provistas con un sistema denominado “recovery” o “recuperación” que hace que recuperen, nunca mejor dicho,  parte de esa agua previamente desechada. Existen programas informáticos que introduciendo una serie de datos nos dan una simulación de cómo quedaría la proporción entre producto y rechazo.

Podemos distinguir una amplia gama de membranas de ósmosis inversa dependiendo de diferentes factores:

Membranas de ósmosis inversa según el agua que tratan

Membranas desalinizadoras

Las grandes desalinizadoras, perfectas para aquellos sitios cerca del mar con escasez de agua dulce,  funcionan por ósmosis inversa. Para ello cuentan con un tipo de membranas especiales que les permiten eliminar el exceso de sodio y potabilizar el agua haciéndola idónea para el consumo humano.

Membranas convencionales

Como podemos suponer son las membranas que utilizamos tanto para tratar el agua doméstica como en las plantas industriales.

Membranas de ósmosis inversa según el caudal

Dependiendo del tamaño de la membrana, esta nos dará un caudal u otro. Normalmente el caudal está expresado en galones americanos (3’75 litros de agua) por día, por lo que para saber su capacidad de producción por hora, solo tendremos que calcular el total y dividirlo para 24.

El caudal también depende de la temperatura y la presión del agua, lo que nos hace diferenciar el caudal nominal (lo que nos dice la membrana) con el caudal real, que es el que finalmente se obtiene. Cuanta más temperatura y más presión más caudal se obtienen, y al contrario cuanta menos temperatura y menos presión menos caudal se obtiene. El caudal real siempre es inferior al caudal nominal.

En algunas ocasiones también se ponen 2 o más membranas para que trabajen en paralelo y así multiplicar el caudal.

Membranas de ósmosis inversa según el material del que están hechas

Las membranas también pueden estar construidas en diferentes materiales, dependiendo del cometido que tengan y de los componentes que utilice la fábrica. Los más comunes son el acetato de celulosa y las poliamidas, siendo estas últimas las más resistentes y las que nosotros recomendamos y utilizamos en nuestros equipos.

Mención especial merecen los enrolladores de membranas, ya que dependiendo de esta operación se conseguirá más o menos eficacia en el filtrado.

Esperamos que nuestro artículo sobre membranas de ósmosis inversa os haya parecido interesante.

Un saludo y hasta la próxima Fontaniller@s