Hola Fontaniller@s:
Hoy os traemos un tema cada vez más de moda y que a simple vista parecía de ciencia ficción hace solo unos años: el agua que se come.
Es extraño como nuestro cerebro produce asociación automática de ideas desde que somos pequeños. Si vosotros pensáis en sed y beber, seguro que la primera palabra que os viene a la mente es el agua (si no puede que tengáis un problema…)
Sin embargo una cosa es la necesidad de hidratación y otra el medio que utilicemos y ya sabemos que para hidratarnos no necesitamos necesariamente el líquido. De hecho hay frutas con un alto contenido de agua, y así a la par que nos sacian podemos ingerir el líquido necesario para recobrar nuestro nivel de hidratación. Dando un paso más podemos también solidificar los líquidos y poder así ingerirlos. Puestos que las propiedades son las mismas, seguirán cumpliendo con sus funciones de hidratación.
El agua que se come
Con el fin de seguir hidratándonos, diversos laboratorios han investigado la posibilidad de que el agua pueda ser ingerida de otras maneras. Claro está que tenemos el punto natural de solidificación del agua, que sería el hielo, producido cuando el agua llega a los 0ºC. Sin embargo a nadie s ele ocurre utilizarlo para otra cosa que no sea refrescar nuestras bebidas, además existe el inconveniente de que se derretiría si lo quisiéramos guardar a temperatura ambiente.
Por otra parte existe gente que ya de por sí tiene problemas con los líquidos y no los puede digerir sin riesgo a ahogarse, por ejemplo me viene a la cabeza una persona que sufrió un desafortunado ictus y que tiene que añadir espesante a los líquidos como el agua o café para poder tomarlos. De manera que este invento que lo que hace es gelificar el agua para poder tomarlo como si de una goma elástica se tratara ha sido un gran invento.
Esperamos que os haya gustado nuestro artículo sobre el agua que se come.
Un saludo y hasta la próxima Fontaniller@s
[elementor-template id=»17329″]