Cómo sé si estoy bebiendo suficiente agua al día

Beber agua es mucho más esencial de lo que a priori pensamos. Pero, ¿cómo sé si estoy bebiendo suficiente agua al día? La cantidad varía según la persona, pero existen una serie de pautas que nos indican qué cantidad de agua hay que beber día tras día. ¡Acompáñanos a conocer esta información!

¿Estoy bebiendo suficiente agua al día?

Seguramente te hayas planteado esta pregunta alguna vez, o quizá hayas escuchado en repetidas ocasiones la frase de “hay que beber dos litros de agua al día”. Pero, realmente, ¿cómo sé si estoy bebiendo suficiente agua al día? Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) lo recomendable es beber entre un litro y medio y dos litros de agua al día, pero esto depende de cada persona y de más factores que se deben tener en cuenta.  

El cuerpo humano está compuesto en un 65% por agua, el elemento esencial que lleva a cabo las funciones básicas. Beber agua con regularidad tiene multitud de beneficios que permiten a nuestro organismo desarrollar de forma correcta muchos procesos que se relacionan directamente con la salud. Te los descubrimos a continuación.

Beneficios de beber suficiente agua con regularidad

La hidratación que produce el agua es el motor que hará que mantengas una correcta salud, así como obtener muchos beneficios más. Tiene un poderoso efecto en el aumento de la presión arterial, y si esta presión funciona correctamente, los beneficios se reflejarán directamente en el corazón. Cuando hay menos agua en el cuerpo, el corazón tiene que trabajar más. Además, influye directamente en cuestiones como las siguientes:

  • Ayuda en la digestión
  • Alivia la fatiga
  • Evita el dolor de cabeza y las migrañas
  • Regula la temperatura corporal
  • Reduce el riesgo de cáncer y de problemas cardíacos
  • Amortigua las articulaciones
  • Ayuda a mantener la belleza de la piel
  • Limpia nuestros riñones
  • Elimina los subproductos de grasa

El cerebro se compone en un 75% de agua, la mayor parte de la sangre es agua, los huesos un 22% y tres cuartas partes de los músculos y del corazón son también agua. Por su parte, los pulmones contienen más del 80%, con lo cual todavía se hace más necesario hidratarse continuamente. Sigue leyendo si todavía tienes dudas.

¿Qué pasa si no estoy bebiendo suficiente agua al día?

Llegados a este punto del post, tenemos clara la evidente importancia de tomar nuestros ocho vasitos de agua al día debido a que ya conocemos los beneficios que reporta esta ingesta tan importante. Pero… ¿Qué pasa si no bebo la cantidad suficiente? El principal efecto que tiene no hacerlo es que nuestro cuerpo comienza a deshidratarse, lo que puede empezar por dolor de cabeza, calambres musculares, cansancio, y por supuesto mucha sed. Otro de los síntomas que primero aparecen es el color oscuro que caracterizaría a nuestra orina.

A nivel orgánico, el cerebro dejaría de enviar agua a la sangre, ya que se quedaría retenida en los riñones una hormona que libera una proteína encargada de esta orden. Además, podríamos sufrir cambios de humor y llegar a fallar en funciones cognitivas como son la pérdida de atención o falta de memoria. Estos son algunos de los problemas que, de manera resumida, podríamos padecer. Pero todavía hay más, y en Eurofontanilla hemos hablado sobre ello en ocasiones anteriores.

Por tanto, si aparece alguno de estos síntomas, deberíamos alertarnos de que algo está sucediendo, y probablemente sea que no estoy bebiendo suficiente agua al día. De esta manera, podrás recibir una señal de que debes aumentar la cantidad de vasos de agua que tomas.

La cuestión… ¿Cuánto es suficiente?

Con todos los datos que te hemos ofrecido seguro te estás preguntando si estás bebiendo lo suficiente y a cuánto equivale esta cantidad. Si bien no hay una cantidad fija de agua que mágicamente mejore nuestros procesos, el consejo de 8 vasos al día es una cantidad razonable, alcanzable y fácil de recordar. Además, tenemos que tener en cuenta que parte del agua que tomamos procede de los alimentos y del resto de bebidas diferentes a la que estamos hablando. 

Pero no hay una regla de oro como tal, pues la cantidad de agua depende de la edad, el tamaño, el estado de salud y el nivel de actividad, así como la humedad y el clima. También variará en función del momento y el ritmo de vida, de manera que si entrenas regularmente quizá necesites mantenerte más hidratado o si te encuentras enfermo también aumentarás este consumo. Intenta beber todavía un poco más en épocas calurosas para poder desempeñar todas tus funciones de la mejor manera posible.

Tu propio cuerpo se encarga de regular esta cantidad, pudiendo retener agua cuando no tengas suficiente o eliminarla cuando sea demasiada. Pero para ello debes ayudarlo siendo tú mismo su manantial de salud. Obsérvate, cuídate y valora si lo estás haciendo bien mediante los consejos que te hemos ido dando durante el post. Si aparece un mínimo síntoma de los mencionados, prueba a beber más agua antes de asustarte. Te aseguramos que el cambio será maravilloso.

Por todo ello, no te olvides nunca de tu botellita de agua.  El agua no solo evita la deshidratación, sino que es de lo más refrescante, te mantiene activo, te ayuda a estar atento y, además, ¡no contiene ni una sola caloría! No puedes rendir al máximo mientras estás pensando en la sed que tienes, y no hay nada más fácil que unos cuantos traguitos de agua a lo largo del día.

Gracias por leernos y hasta la próxima. 

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